12.22.2010

Pájaros de Hierro



-¿Nunca te has fijado en ese cielo azul (en algunos atardeceres casi violeta) que dibuja algodones de azúcar blancos, muy blancos (y si está enfadado, los dibuja grises)?
Pues allí arriba viven millones de duendes, ninfas y pájaros de hierro
-¿ Pájaros de hierro?
-Sí. Mi papá me habló mucho de ellos. Decía que no hacen pío-pío pero que, en cambio, llevan a muchísimas personas a distintos lugares del mundo.
A él le gustaba llamarla Minúscula. Tenía dos años menos que él y era muy bajita, y le encantaba escuchar su forma de ver el mundo a través de sus ojos inocentes.
Minúscula, sonrió. Harry le apartó la mirada y miró hacia El Pájaro de Hierro. Arrugó la nariz.
-¿Y cómo las lleva?
-¡Ay, qué tonto! Pues las lleva en su lomo, ¿dónde si no?
Harry se sonrió para sí. Minúscula era increíble.
Miró su vestido: era su favorito. El blanco con un estampado de elefantes tocando la trompeta; Minúscula lo miró y le volvió a sonreír:
-¿Te gusta, Harry?
-Claro, pequeña. Es mi favorito, ya lo sabes.
Harry se inclinó hacia ella, como ya había hecho tantas veces. Acercó sus labios a su mejilla y la besó con ternura, respirando el aroma de su pequeña, dulce y travieso.
-¿Sabes, Harry? Yo un día quiero subir a un Pájaro de Hierro…Contigo.
A Harry se le aceleró el corazón. Había montado en avión millones de veces. Su padre era un gran viajero y siempre que podía, arrastraba al joven a otra ciudad, arrancándole de su pequeña y sus mofletes colorados.
-No sé si vamos a poder…
-¡Volaremos hasta Alaska, jugaremos con los Huskys y les enseñaremos a bailar!
Minúscula se levantó y agarró a Harry por las manos. Harry se levantó, pues Minúscula no podía con él.
La pequeña, empezó a bailar a su al rededor y Harry le agarró por la cintura, frenándola.
Un Pájaro de Hierro sobrevoló el campo de trigo y Harry se acordó de una cosa.
Atrajo a Minúscula hacia sí y la susurró al oído:
-Antes de subir allá arriba, quiero hacer una cosa aquí abajo…
Minúscula notó cómo su corazón empezaba a latir más y más deprisa. Siempre le había gustado Harry y ésta vez, pensó que pasaría.
Y no se equivocaba.
Harry acercó esos labios que hacían que las mejillas de Minúscula se pusieran coloradas, de amor, de vergüenza, a esos labios que Harry había deseado siempre, con los que había soñado todas las noches que besaba…
Y ahora ese sueño se hizo realidad.




¡Todo aprobado! De verdad, mil perdones a esa gente que se mete en el Blog y ve que no avanza.
¡Pero ya estoy aquí! Y os regalaré muchas cometas, fotos con magia y sonrisas de bebé (:
Otra vez os agradezco que me leáis y que me apoyéis, ¡gracias!

FELIZ NAVIDAD :)


(y déjame tu parpadeo(L))

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