12.01.2010

Desde la Antártida, con amor.

(Para quien se haya perdido, aquí está el texto anterior :))


Querido Julio:
Te echo de menos. Tengo la piel helada y los labios morados y me los muerdo y me hago sangre. 
Mi cuerpo necesita tu calor y tus besos, tan cálidos como el Sol del Caribe.
Me fui sin decirte nada, lo sé. Mi madre me sacó de la cama mientras yo soñaba con tu cabello castaño, con ese olor a vainilla que tanto adoro, y me obligó a lavarme la cara con amargura para olvidar mi sueño y a ti.
Lo que ella no sabe es que te sigo amando en mi interior, ¡es un secreto! No se lo digas a mamá.
Perdóname, te lo suplico. No sabes cuanto añoro esos Nesquiks calentitos con leche entera (la que tenía una vaca pastando en el brick) y tus besos de buenos días, cuando me acariciabas la piel con la yema de los dedos como si quemara o estuviese muy fría.
¿Sabes qué? Nunca pensé que la Antártida era tan helada y tan vacía de amor.
Cuando estábamos en nuestra habitación de París, tú me llenabas el corazón de susurros y cosquillas.
¡Oye! ¿Por qué no vienes? ¡Sería genial! Adornaríamos el árbol de Navidad con nieve de verdad, ¡y celebraríamos la Nochebuena con los pingüinos! Me hice amiga de dos, se llaman Patt y Elsa y son muy simpáticos. 
Echo mucho de menos las plantas, su color verde y su aroma (sobre todo el de la menta).
Quiero que recibas ésta carta, con una sonrisa en la cara, ¡que no me he olvidado de ti!
No te libras de tu Julia, ¡ni lo pienses!
Te adoro, y te echo de menos.




Att;
Tu Julia (con los pies muy, muy fríos)
Desde la Antártida, con amor.

3 comentarios:

  1. Precioso. Lleno de emoción y sentimiento!
    Qué tiernos estos dos :)

    Un beso

    ResponderEliminar
  2. me encanta el blog :)
    las entradas son una pasada!
    Está claro que te sigo ;)
    un besazo,
    a ver si te gusta el mio.
    http://mirr-ele.blogspot.com/
    xx.

    ResponderEliminar