1.27.2011

Tener miedo da asco. Por lo que provoca. Por lo que está escrito detrás.
Desde que tengo miedo no paro de vomitar palabras sin sentido y el corazón se me está oxidando.
Hace cuánto que no sale una mera sonrisa de éstas tristes comisuras...
Ya no me molesto en hacer bizcochos de limón. Eran para papá, sólo para él. Para nadie más.
Supongo que mi vida a partir de ahora consiste en desfase implicando las drogas, alcohol y el sexo.
Cuando lo hice con Alexander ayer no sentí nada y lo sentí todo. Era una sensación de estar engañando a Jerry y de pensar: jódete, capullo. Aunque ya no puede pegarle una paliza y romperle la nariz veinte veces porque ya no está, porque se esfumó de la vida aquella noche.
Creo que el veneno ha disminuido, pero sigue ahí, y ha dejado secuelas (como todo).
Estoy harta de maquillarme para nadie, ponerme los tacones con el espíritu muerto, casi obligándome, e inventar una sonrisa para mis vecinos, que me oyen llorar cada madrugada.
Ya las tardes y mi café no son lo mismo...Quizá por mis bizcochos de limón que brillan por su ausencia.
Mírate, Sam. Eres ridícula. Analizando tu vida y lo que crees que puedes hacer para intentar ser un poco feliz...das pena, preciosa mía. En mi opinión , deberías dejar de mirar la telebasura con los labios a medio cerrar, los ojos como platos, y el corazón pataleando de rabia y dolor, y salir a la calle a demostrar quién eres.
Pero es sólo la opinión de tu conciencia, a la cual, jamás has escuchado y por eso estás así.
Muerta en vida.

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